En el orden de lo habitual nos separamos del crimen cuando somos los protagonistas de nuestras sensaciones, esto quiere decir si entendemos bien cual es el escenario poético del mundo. Nada viene representado por si solo, o lo que es mejor somos el fin de lo que acontece tras la indagación del mundo natural.
Los sentidos nunca son engañosos. Nuestra razón es la expresión última del sentido de felicidad que nos provoca todo el orden del bien de la encadenada materia.
¡DISFRUTAR DE LA FUNCIÓN!
LOS ÁRBOLES EN SILENCIO
Reanudo el florecer del espanto
en aquel reflejo de la luz
que al caer la tarde breve
se amigaba en estaciones profundas.
Se amigaba digo porque no existe
el dolor aquel que creció solitario
a la espuma en una creciente divagación.
renació un existir paralelo de venganza diferente.
Entre la voluntad de sempiternos claros
de evadidas manchas de objetos oscuros
mundos de felicidad objetiva
nacía la flor de bondad extraordinaria.
Amando dejé los ojos somnolientos
figurados en la religión vespertina
hasta altas horas de la mañana
soñando con pozos de deseo
Volveré tarde dijo el perro que llevo dentro
nacieron las nidas sediciosas que me acorralaron
entre los tristes parapetos surgieron
las flores de venganza
nubes ardorosas pertenecieron al alma que llevo dentro
un fuego danzarín pululó entonces
por mi entendimiento.
Ángeles de las montañas de rígidos taberes
Telefonead entonces al asombro vigoroso
declinad el fanfarronio calmo de la salud
tenemos que entender las flores que se precipitan.
Y ahora me gustaría cantar un poco
saber del limbo su memoria
y objetar en saberes tales
lo que creó el tabaco verde.